Sabemos que mucha gente desea cambiar sus viejos hábitos y emprender un nuevo estilo de vida, uno de ellos es ir en bici para realizar sus trayectos habituales. Pero aun teniendo esa idea en mente, algunos se echan para atrás porque tienen miedo a la bicicleta.

Si es tu caso, no te preocupes. Seguro que no eres la única persona que ha pasado por la misma situación. Por eso, te invitamos a seguir leyendo. Queremos ayudarte.

Evidentemente para vencer cualquier miedo tenemos que identificarlo. Por eso es bueno que reflexiones y te preguntes qué es lo que te provoca ese miedo a la bicicleta. Contestando con sinceridad habrás dado un primer e importante paso.

Analicemos brevemente las tres causas más comunes que provocan el miedo a la bici y cómo debemos vencerlas.

MIEDO A CAERTE DE LA BICICLETA

Motivo

Es uno de los mayores miedos. Lo último que todos queremos es caernos de la bicicleta y acabar magullados o lesionarnos.

Todos, desde el más experimentado hasta el que está dando sus primeras pedaladas, corremos ese riesgo. Aunque es evidente que el ciclista novel posiblemente tenga más dudas y miedo por una caída.

Este miedo quizás se deba a una falta de práctica. Esa falta de práctica te hará dudar a la hora de circular y te restará habilidad para manejar la bicicleta con soltura.

 

Solución

¿Cómo podemos solucionarlo y vencer ese miedo?

Ya te imaginarás la respuesta a esta pregunta. Efectivamente, tienes que practicar, no queda otra. Cuanto más practiques más habilidad tendrás encima de la bici y aumentarás tu confianza.

Algunos consejitos que podrías tener en cuenta.

Primeramente, busca un sitio cercano a tu casa por el que no pase nadie o haya muy poca circulación, ¿qué tal un polígono un fin de semana o un descampado que tenga un terreno practicable para circular en bici? Serán buenos sitios para empezar a coger confianza.

Como el instinto ante una caída es poner el pie en el suelo, no lo dudes y baja el sillín para que puedas hacer pie con facilidad. Si bien es cierto que no estirarás la pierna del todo para pedalear cómodamente, no te preocupes porque ya subirás el sillín más adelante. Ahora tu objetivo es pedalear con seguridad encima de la bici.

¿Aun así tienes miedo de caerte y hacerte daño? Usa casco, siempre lo aconsejamos seas experimentado o no, y por qué no, en este nuevo contacto con la bici usa guantes, utiliza pantalón largo y camiseta con mangas por si te caes para minimizar el daño.

Cuando ya estés pedaleando, concéntrate en un punto del horizonte, no hace falta que hagas muchos metros, puedes parar, poner los pies en el suelo, poner de nuevo el pedal en alto y arrancar otra vez. Poco a poco cogerás más confianza.

Pedalada a pedalada vencerás el miedo a las caídas y, ¿si te caes? No te preocupes, hasta los más experimentados nos hemos caído en más de una ocasión y de las maneras más tontas e inoportunas que puedas imaginar.

Si no vas haciendo el cafre y vas a una velocidad adecuada no te lastimarás o a lo sumo quedará todo en un sólo rasguño.

 

MIEDO AL TRÁFICO

Motivo

Desgraciadamente nos hemos acostumbrado al tráfico intenso en las ciudades y es normal tenerle miedo porque lo invaden todo.

Los coches, los autobuses, las motos, etc. a ciertas velocidades son vehículos peligrosos y es normal que estando rodeado por ellos nos angustiemos y pasemos ratos de auténtico pánico.

 

Solución

Para empezar a circular y hacer desaparecer ese miedo es importante ir por carriles bici segregados del resto del tráfico.

Por eso insistimos tanto desde ir en bici sobre la importancia de estas vías para que la bici sea accesible para todo tipo de personas. Hasta las personas con cierto miedo pueden ir en bici por estos carriles que, de otra manera, no sería posible para ellas porque no contemplan ir entre los coches.

Empezar a circular por el carril bici es un buen punto de partida. Podrás dejar para más adelante circular entre el tráfico. No te agobies por ello.

A medida que tu confianza vaya aumentando, empezarás poco a poco a combinar el carril bici con algunas calles de una sola dirección con poco tráfico. Cuando quieras darte cuenta te encontrarás circulando sin miedo, aunque con respeto, entre el resto de vehículos.

Cuando ya estés en esa situación, debes tener en cuenta algo muy importante. Usa siempre el carril de circulación más a la derecha posible y posiciónate siempre por el centro del carril. Con ello evitarás que los coches te adelanten rozándote y el temido dooring.

Además, algo que debes tener también muy presente y, en el que también insistimos, es ser proactivo en la conducción. Es decir, no bajar la guardia respecto a lo que sucede a tu alrededor para adelantarte a posibles problemas o circunstancias que puedan producirse con el resto de usuarios de la vía.

Y, por último, siempre debes ser predecible señalizando las maniobras o cambios de sentido que realices. Evitarás más de un susto.

MIEDO DEBIDO A MALAS EXPERIENCIAS DEL PASADO

Motivo

Este tema es delicado. Quizás en el pasado tuviste una desagradable experiencia en bicicleta o tuviste un accidente más o menos importante. Y aunque tus ganas de ir en bici hayan vuelto de nuevo te ves incapaz de dar más de dos pedaladas seguidas.

Cada vez que lo has intentado es inevitable recordar las imágenes y la situación de esa fatídica experiencia que hace que tu cuerpo se paralice y te invada el miedo.

De hecho, mucha gente no ha vuelto a subirse a la bici o ha dejado pasar mucho tiempo para volver a intentarlo.

Es cierto aquello que oímos tantas veces por parte los psicólogos: las lesiones físicas se recuperan mucho antes que las psicológicas.

temor bicicleta

Solución

Sinceramente la solución a este miedo no es fácil. Sobre todo, cuando estamos ante un aspecto psicológico tan fuerte debido a una experiencia traumática del pasado.

Aun así, para hacer frente a este miedo no tenemos más remedio que pasar por ello, ser fuertes y superar ese miedo poniéndole mucha fuerza de voluntad con el objetivo de coger de nuevo confianza para ir en bici y evitar que el miedo se apodere de nuevo de nosotros.

Para vencerlo, retoma la bicicleta poco a poco. Evita el tráfico, intenta ir por el carril bici. Empieza con trayectos cortos y si es posible evita pasar cerca del lugar de aquel accidente que tuviste.

Ese miedo no desaparecerá de un día para otro. La transición para vencer ese miedo se realizará muy poco a poco pero, aun así y, casi sin percibirlo por tu parte, un día te darás cuenta que lo habrás vencido y serás de nuevo feliz encima de la bicicleta.

Posiblemente hemos destacado los tres mayores miedos que impiden a los ciclistas subirse encima de la bici.

Pero antes de terminar el artículo, queremos que reflexiones con nosotros.

Queremos que pienses en la bicicleta de manera positiva. Sabes, al igual que nosotros, que la bicicleta nos da muchísimas más alegrías que tristezas, pero muchísimas más. Por eso te proponemos el siguiente ejercicio.

Cada vez que quieras subirte a la bici y te vengan algunos de estos tres miedos u otros, intenta anteponer esas alegrías y buenos momentos que te da la bici. Seguro que serán tan motivantes que empequeñecerás esos miedos hasta vencerlos. Valdrá la pena, ¡seguro!

 

Quizás nos ha faltado analizar más causas que hacen que tengamos miedo a ir en bicicleta. Si es así, te invitamos a compartir esos otros miedos que no hemos tocado en este artículo con todos nosotros en la sección de comentarios de más abajo.

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