¿Cómo? Te estarás preguntando al leer el título de esta entrada, si te lo has preguntado es porque te habrá chirriado al leerlo. Pero lamentablemente a otros no les chirría tanto.

Desgraciadamente, todavía existe gente que asocia la bicicleta con personas de escasos recursos económicos o simplemente cuando ven a ese o aquella ir a trabajar en bicicleta es porque no tiene un coche para hacerlo. Por lo tanto, muchos llegan a la siguiente conclusión: la bicicleta es para el pobre.

Dirk Janssen, diplomático y un gran amante de las bicicletas que cuenta con miles de seguidores en Twitter, publicó recientemente el siguiente tweet.

Sí, es el propio Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, el que va tranquilamente montado en su bicicleta de camino al trabajo. Además, Dirk Janssen acompaña el vídeo diciendo: “En los Países Bajos, cuanto más altos los niveles de educación e ingresos, cuánto más se usa la bicicleta”.

No es la única referencia que encontramos. Hay muchos más casos de gente bien posicionada y con altos ingresos que usa la bicicleta como su medio de transporte habitual. Sin ir más lejos, la Reina de Holanda, utiliza habitualmente la bicicleta para desplazarse.

“En los Países Bajos, cuanto más altos los niveles de educación e ingresos, cuánto más se usa la bicicleta” – Dirk Janssen –

Entonces, ¿por qué algunas personas todavía se aferran al cliché de ‘las bicicletas son para los pobres’?

Esta situación recuerda a otra idea generalizada que había en nuestra sociedad hace ya décadas y que con el paso de los años fue quedando atrás.

Antiguamente, nuestros mayores, cuando veían a alguien gordito o con una buena barriga, lo asociaban con gente adinerada o con recursos y, por lo tanto, estaba así de ‘lustroso’ porque no le faltaba de nada para comer.

Sin embargo, ¿cómo vemos hoy en día esta situación? Normalmente y por desgracia, en los países más desarrollados los pobres son los que tienden a estar más obesos que los ricos porque se alimentan peor y no cuidan su salud tanto como ellos.

Un hogar con recursos económicos muy limitados no puede comprar con asiduidad alimentos frescos y nutritivos porque son más caros y tienen que acudir a los alimentos envasados que son más baratos, pero nada saludables porque son alimentos hipercalóricos y poco nutritivos. Por el contrario, las personas con un nivel socioeconómico alto suelen alimentarse de manera más sana.

De la misma manera que, con el paso del tiempo, ha ido cambiando la percepción de ver a una persona gordita o delgada, muchas personas también cambiarán su percepción de asociar la bicicleta con gente pobre. Esa idea se irá desechando con el paso del tiempo. Hoy en día debido al prejuicio o ideas preconcebidas, desconocen los grandes beneficios que aporta el buen hábito de ir en bici.

Como comentaba Dirk en su tweet, países con personas bien educadas y con ingresos más altos que, por ejemplo España, se han decantado por la bicicleta. Pero entonces, ¿por qué lo hacen si podrían ir tranquilamente en un cochazo confortable de alta gama?

Porque conocen bien estos beneficios

  • Dejan atrás los atascos.
  • Llegan a casa o al trabajo sin estrés.
  • Aumenta el estado de forma.
  • Mejora el sistema inmunológico
  • Es un hábito saludable, al igual que la buena alimentación.
  • No emiten CO2 al planeta

IR EN BICI ES DE AFORTUNADOS

Definitivamente, los que podemos ir en bici somos unos afortunados y no en sentido material. Además, es la mejor solución para cualquier tipo de persona indiferentemente de sus ingresos o posición social.

Y tú, ¿todavía te lo estás pensando?

Deja los prejuicios a un lado o el qué dirán y anímate a utilizar la bicicleta como tu medio de transporte habitual.

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