La vida slow life la tienes a la vuelta de la esquina con la ayuda de la bicicleta. Slow life y la bicicleta van más unidas que nunca.
Os ponemos en situación. Cuando todavía es de noche suena el despertador, te arreglas, en el mejor de los casos tienes 5 minutos para desayunar, arreglas a los niños, los acercas al cole, llegas justo al trabajo y con la lengua fuera, atiendes marrones por aquí y por allá, engulles 15 min. un tupper frío. Sigues por la tarde con los marrones del trabajo, sales corriendo a por los niños y menos mal que tu pareja ha podido ir antes a por ellos porque hoy como tantos días no llegabas, los acompañas a las extraescolares, llegas a casa casi de noche para hacer la cena y la comida del día siguiente, te quieres poner algo en la TV para desconectar y no aguantas ni 5 mins. te caes de sueño, duermes tus poquitas horas esa noche y vuelta a empezar…
Sinceraros con nosotros, ¿es esta la vida que queremos llevar? Seguro que no. Este no es el estilo de vida que queremos llevar.
Muchos de nosotros andamos inmersos en un estilo de vida que muchos llaman carrera de la rata. Sí, como esa rata que está dentro de esa ruedecita que la hace girar una y otra vez siéndole muy difícil salir de ella cuando la rueda está en movimiento.
Algunos se refieren a esta carrera de la rata en sentido económico. La sociedad nos inculca desde pequeñitos que tenemos que trabajar, comprar una casa, un coche y gastar toda nuestra nómina para volver a empezar el mes siguiente. Entrando en una espiral de gastos y deudas del que difícilmente se puede salir, tal y como le sucede a la rata con la ruedecita; por lo que necesitamos ingresar constantemente dinero invirtiendo nuestro tiempo en el trabajo o nuestro negocio.
Este concepto también se puede trasladar a nuestro estilo de vida. Cuando nos queremos dar cuenta, estamos inmersos en esa carrera de la rata.
Pero otra vida es posible, puedes cambiar tu vida acelerada por otra más lenta, más pausada. Lo llaman slow life, ¿sabes lo qué es? Wikipedia lo describe de la siguiente manera.
Es una corriente cultural que promueve calmar las actividades humanas. Propone tomar el control del tiempo en vez de someterse a su tiranía, dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas.
No significa ser vago o no hacer nada sino disfrutar de cada momento y saborearlo sin prisas, dejando el estilo de vida apresurado que vivimos cada día.
Slow life puede abarcar todo aspecto de tu vida. Puedes realizar cambios en muchos aspectos, desde cuidar tu alimentación hasta valorar las pequeñas cosas que te ocurren cada día.
A nosotros no se nos ocurre mejor manera de acercarse a un estilo de vida slow life con la incorporación de un pequeño cambio en tu vida, pero al mismo tiempo de un gran impacto utilizando una gran herramienta, una herramienta maravillosa: la bicicleta.
Para los que ya tenéis la bicicleta implantada en vuestra rutina diaria, conocéis de sobra que es una herramienta poderosa, una auténtica transformadora de vida.
LA BICICLETA EN TU NUEVO MODO DE VIDA SLOW LIFE
Quizás pienses que la bicicleta no es para ti y que la bicicleta en caso de gustarte la utilizas sólo para momentos de ocio. No te culpes, muchos piensan así.
Aun así, piensa por un momento en esos trayectos cortos (alrededor de 5 kms. o menos) que haces a diario utilizando el coche, ¿sabías que puedes sustituirlo por la bicicleta? Esos trayectos son ideales para dejar el coche y pasarse a la bicicleta.
Con solo sustituir la bici por el coche en esos trayectos, ya estarás realizando grandes cambios.
Enseguida notarás un estilo de vida más pausado. Además, te reportará muchos beneficios y no sólo físicos tal y como te contamos a continuación.

Uno de esos beneficios es no ver pasar la vida acelerada a través de los cristales del coche.
Al sustituir la bicicleta por el coche, estarás en contacto con la realidad de tu alrededor, verás y hasta podrás casi palpar lo que ocurre en las calles de tu pueblo o ciudad.
Te darás cuenta que hay comercios nuevos que ni siquiera antes te habías fijado cuando pasabas con el coche, puedes incluso aparcar brevemente la bicicleta para pasar a curiosear o comprar.
Podrás apreciar esa plaza, esa fuente, ese edificio tan bonito y emblemático que antes ni siquiera prestabas atención.
Puedes pasar por esas calles peatonales con tranquilidad por las que ni tan siquiera tienes opción de hacerlo con el coche. Muchas de ellas te servirán para atajar en tu trayecto.
Además de todo lo anterior, a pesar de ir pedaleando tranquilamente, en la mayoría de las ocasiones ese trayecto que hacías en la ciudad con el coche, ahora lo harás en menos tiempo con la bicicleta.
Seguramente te irás animando y es posible que algunos días pruebes a ir en bici al trabajo. No lo dudes, inténtalo. Notarás que llegas al trabajo diferente a cuando lo hacías en coche. Llegarás con mucha paz y tranquilidad, además sabiendo que has cumplido con el ejercicio diario. La sonrisa te saldrá sola.
En esos trayectos apreciarás la lentitud, vivirás más cada momento, no verás la vida tras el prisma de la inmediatez como hace la mayoría de personas que nos rodean.
Sin que te des cuenta ya estarás haciendo algo y no poco para acercarte a ese estilo llamado slow life. La bici es un gran paso para ello, los demás cambios vendrán solos.
Deja atrás el viejo mundo de las prisas y el humo. Toma tú mismo el control del tiempo. Disfruta de tu entorno. Con la bici calmarás tus actividades, entre ellas, una de las más importantes, cambiar tus trayectos estresantes del coche por otro más placentero: ir en bici.
Desde aquí te animamos a que lo intentes, usa la bici. Disfruta de la vida y saboreala pedalada a pedalada.
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