Hay accesorios en los que no prestamos demasiada atención en el buen resultado que pueden tener en nuestra bici y en nosotros mismos. Uno de estos accesorios son los guardabarros para bicicleta, ¿crees que son necesarios?
En este breve artículo hablamos de ellos y te explicamos qué función hacen en la bicicleta y si es necesario que los tengamos instalados o no en la bicicleta.
¿QUÉ ES UN GUARDABARROS?
El guardabarros de bicicleta, guardafango o tapabarro como también se le conoce, es un componente o accesorio curvado que va instalado en la parte superior de las ruedas de la bicicleta.
¿PARA QUÉ SIRVE UN GUARDABARROS?
Cuando la rueda está en movimiento, recoge el polvo, agua o barro que hay en el suelo y lo expulsa hacia el exterior provocando salpicaduras, partes de ellas van hacia el ciclista, ya que se encuentra en la trayectoria de las mismas.
Si el firme está seco no hay mayor problema, pero en cuanto la calzada, el camino o el carril bici está mojado te puedes llegar a ensuciar con dichas salpicaduras. Seguro que algun@ de vosotros habéis experimentado las salpicaduras en la cara o habéis acabado con la espalda llena de gotas de barro.
Por lo tanto, la función del guardabarros es clara. Si los tienes instalados detendrá dichas salpicaduras y te protegerá tanto del barro, agua o polvo, evitando que acabes hasta arriba de manchas.
Además, no solo tú mismo acabarás ensuciado, con un guardabarros también evitarás que tu bici se ensucie más de la cuenta y, por lo tanto, protegerás el resto de componentes de la bicicleta como la cadena, plato o cassette. De esta forma alargarás aún más el tiempo de uso de todos ellos.
¿SON NECESARIOS LOS GUARDABARROS?
irenbici.com es una web centrada en el ciclismo urbano y, nuestros artículos, van dirigidos mayormente al ciclista urbano. Así que, la mayoría de nuestros lectores, utilizan la bicicleta como su principal medio de transporte para realizar los trayectos del día a día.
Muchos de esos trayectos son para ir en bici al trabajo y, seguro que coincidirás con nosotros que, nuestro objetivo es llegar impolutos a nuestro puesto de trabajo. Es ahí donde el guardabarros entra en juego. Será tu mejor aliado para conseguirlo.
Algunos pueden decir que, si están en una ciudad que llueve poco y además transitan por asfalto o un carril bici, no son necesarios los guardabarros porque casi nunca acabarán salpicados de gotitas de agua o barro.
Es verdad que, en muchas ocasiones, puedes prescindir del guardabarros. Pero también es cierto que te puedes encontrar con algunas calles o jardines que acaban de ser regados con abundante agua y aunque te encuentres con un día perfectamente soleado, puedes llegar a tu destino manchado de barro.
También es posible que tengas algún tramo que no esté asfaltado como el camino de tierra o gravilla de un parque que está habilitado para el paso de bicicletas y aunque no haya llovido, tan solo el polvo que puedas levantar hará que acabes lleno de polvo.
O, sin ir más lejos, quizás el día haya amanecido con un sol imponente, pero a la tarde regresando a casa puede caer un buen chaparrón.
Piénsalo, por no ponerte unos guardabarros, ¿vas a dejar de usar la bicicleta siempre que esté chispeando o porque llovió hace 2 días y todavía hay charcos en la calle?
Como acabas de ver, son muchas y variadas las circunstancias que te puedes encontrar en tu día a día y que son fácilmente evitables con un par de guardabarros para tu bicicleta.
Además, para los que siempre miran el peso de los componentes que instalan en la bicicleta, no tienen que preocuparse, el peso que tienen es bajísimo y es inapreciable en el peso total de la bicicleta.
Todas las bicicletas urbanas y sistemas de bicicletas compartidas ya vienen con guardabarros de serie, pero es posible que muchos utilicen para su día a día una mountain bike, una bicicleta de carretera, gravel o bicicletas que no están destinadas para el uso urbano y no dispongan de guardabarros o, simplemente, el dueño no quiera instalarlos porque luego esa misma bicicleta la quiere utilizar con el motivo por la que la compró, es decir, para sus ratos de ocio el fin de semana.
Incluso en el ejemplo anterior no hay excusa, en el mercado existen guardabarros que se quitan y se ponen fácilmente, no siendo necesario instalarlos de manera definitiva si esa es tu inquietud.
Por lo tanto, necesariamente no tienes porqué comprar o tener una bicicleta urbana con un guardabarros instalado de serie. La misma bicicleta que utilizas para el ocio le puedes añadir fácilmente unos guardabarros y utilizarla en tu día a día sin mayor problema.
Desde aquí, os queremos animar a que, si no lo tenéis ya, os instaléis unos guardabarros en la bicicleta. Para nosotros es un accesorio fundamental para las bicicletas destinadas al uso urbano.
Si eres de lo que todavía no tienes este accesorio instalado, pero estás pensando en comprar un par de guardabarros y no sabes por dónde empezar a mirar, no pierdas de vista la guía ‘Los mejores guardabarros para bicicleta‘. ¡No te la pierdas!
¡APÚNTATE A NUESTRA NEWSLETTER!