¡Qué calor! Seguro que lo decimos muchas veces durante estos días cuando salimos a la calle. Tanto es así que, algunos con este calor, dejan de lado la bicicleta para regresar a ella varias semanas después cuando el calor ya ha desaparecido. Tampoco nos debe extrañar, las temperaturas en verano son bastantes elevadas sobre todo si hablamos de la mitad sur de la península.
Ahora bien, bicicleta con calor, ¿puede llegar a ser compatible? Creemos que siguiendo algunos consejos puedes seguir utilizándola para todos tus trayectos habituales y que la bicicleta siga siendo tu principal vehículo de transporte también en los meses de verano.
A continuación, te damos algunos consejos prácticos para limitar esa sensación de calor agobiante con temperaturas altas e incluso evitar sudar si lo que queremos es llegar a nuestro puesto de trabajo u otro destino en buenas condiciones.
ANTES DE SALIR
Altura del sillín
Regula la altura del sillín. Si llevas el sillín muy bajo, el esfuerzo que tienes que realizar será mucho mayor, por lo tanto, regula siempre el sillín a la altura correcta.
Comprueba los neumáticos
Si los neumáticos no están bien inflados hará que la fricción de los mismos con el suelo sea más alta de lo normal y tendrás que realizar más esfuerzo por tu parte, siendo incompatible con el calor y comenzarás a sudar rápidamente.
Planifica la ruta
Es interesante planificar la ruta teniendo en cuenta lo siguiente:
- Calcula la ruta: Calcula de antemano la ruta que vas hacer, es posible incluso que ya sepas por donde ir y el tiempo aproximado que vas a tardar. Aun así, tómate tiempo para no ir justo y tengas que realizar un esfuerzo extra para llegar a tiempo.
- Varía la ruta: Si al calcular la ruta sabes que tienes algún trayecto donde te expondrás directamente al sol, ¿has pensado variar la ruta? Quizás sea buena idea cambiar el recorrido por otro que tenga más árboles o haya más sombra, agradecerás muchísimo pasar por este tipo de calles y notar que por esa zona los grados disminuyen.
Evita las horas fuertes del día
Si tenemos un horario fijo de entrada o salida del trabajo poco se puede hacer. Pero si es posible evita las horas fuertes del día. Si, por ejemplo, tu entrada al trabajo o tu lugar de destino lo debes realizar por la mañana, adelanta la salida para hacerla coincidir con las primeras horas de la mañana donde la temperatura es más fresca y agradable para ir en bici.
Vestimenta apropiada
Si trabajas en una oficina quizás sea difícil, pero te aconsejamos que utilices una vestimenta apropiada o al menos que la parte superior sea de algodón, transpirable, cómoda y holgada. ¡Ah! Evita los colores oscuros.
DURANTE EL TRAYECTO
Utiliza el portabultos o cesta
Si todavía no tienes un portabultos o cesta, no lo pienses más y compra una cesta si sólo quieres llevar tus enseres personales, o bien, compra un portabultos si lo que quieres es llevar algo más de carga.
Si ya los tienes utilízalos.
No lleves nunca una bandolera cruzada en el cuerpo o una mochila a la espalda. Haciendo esto evitarás que tu espalda sude. Si en invierno con una mochila en la espalda es fácil sudar, con temperaturas altas lo será aún más.
Modera la velocidad
Si no quieres sudar debes moderar la velocidad. El objetivo no es poner una App de ciclismo para marcar el mejor tiempo sino llegar a nuestro destino en buenas condiciones.
Hidrátate
Bebe agua siempre y si hace calor bebe más. Es necesario que te mantengas hidratado para evitar un golpe de calor. Por eso, intenta siempre llevar una botellita o un bidón de agua en la bici y acuérdate de beber antes, durante y después.
DESPUÉS DE LLEGAR
Espérate al llegar
A tu llegada, espérate unos minutos o pon el candado tranquilamente a tu bicicleta. Dando estos minutos al cuerpo no entrarás rápidamente en un sitio cerrado y evitarás sudar debido al cambio de temperatura tan brusco que experimentarás de pasar del exterior al interior de un edificio.
Aséate a la llegada
Si es posible, a tu llegada, coge ese neceser que ya tendrás preparado en destino o que llevarás encima y aséate. No hay nada más placentero que llegar a tu destino y refrescarte con toallitas o aún mejor con las fantásticas toallas de enfriamiento. Por supuesto no olvides en ese neceser el desodorante, será tu mejor aliado.
Si, por el contrario, al llegar a tu lugar de trabajo tienes a tu disposición un vestuario con duchas, considérate todo un privilegiado y aprovéchalo.
Cámbiate de ropa
Por último, saca esa camisa, polo o parte superior que también te has llevado y cámbiate. Agradecerás el cambio.
Eso sí, si el calor es extremo te aconsejamos que no utilices la bici, nunca vayas más allá de los límites de tu cuerpo.
Al leer todos estos consejos quizás te parezca que son muchas cosas a tener en cuenta y no sabes si valdrá la pena. Desde ir en bici te aseguramos que sí, vale la pena. La bicicleta es nuestra mejor aliada para ir por las calles de nuestro pueblo o ciudad aún cuando el calor aprieta.
¡APÚNTATE A NUESTRA NEWSLETTER!