Aunque en España todavía continuamos con el estado de alarma sanitaria debido a la pandemia del Covid-19, bien es cierto que, fase a fase vamos recuperando cierta normalidad. Una normalidad que ha venido acompañada de un auténtico fenómeno, el boom de la bicicleta.
Las ganas de hacer ejercicio, quizás el miedo al contagio y elegir la bicicleta como nuestro nuevo medio de transporte, ha hecho que el mercado se vea sobrepasado.
Tanto es así que los almacenes se han quedado sin bicicletas y es complicado conseguir una. Se ha vendido todo.
Un ejemplo lo tenemos con la fábrica de las admiradas bicicletas Brompton. Tal ha sido el aluvión de pedidos que los han colapsado y no admite nuevos pedidos hasta Septiembre tal y como publicó en su Facebook la tienda Cap Problema de Barcelona.
No sólo la bicicleta convencional ha notado este aumento, la bicicleta eléctrica con otro «subidón tremendo ha hecho que se agoten las existencias» tal y como cuenta a EFE el director comercial de Scott España, Francis Arribas. Asegurando que “la bicicleta eléctrica representa un 25 por ciento de la facturación global”.
Según datos de la web Idealo, sólo en el mes de mayo la demanda total ha crecido un 263%. Todo esto está llevando a que, en España el 20 por ciento de los usuarios del transporte público opte por medios de transporte privados, siendo la bicicleta uno de ellos.
Por otro lado, el aumento del uso de la bicicleta ha obligado a los ayuntamientos de diferentes ciudades de España a aumentar los carriles bici y fomentar las bicicletas compartidas públicas.
Ciudades como Granada, Barcelona, Valencia, Santander, Avilés y Zaragoza entre otras ya lo han hecho.
No sólo es un fenómeno nacional, grandes ciudades europeas como París, Londres o Lisboa ya han implantado o anunciado más kilómetros de carril bici.
En estos momentos nos encontramos en un buen punto de inicio para que el ciclismo urbano deje atrás su gran letargo. Por eso, en ir en bici, al igual que muchos de vosotros, no queremos que sea algo pasajero debido a las circunstancias, queremos que sea algo definitivo y que haya venido para quedarse. Las ciudades y las personas que habitan en ellas lo necesitan.
Hagamos lo posible para usar la bicicleta como nuestro medio principal de transporte. Si todavía no lo has hecho, no le des más vueltas, ¡ahora es el momento!
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